Seguro que conoces esa sensación. Cuando apoyas la cabeza en la almohada, respiras y justo entonces notas que ha sido un día de esos que merecen la pena. ¿Y sabes que tienen todos esos días en común? Dos cosas que caminan irremediablemente unidas: EQUILIBRIO Y MOVIMIENTO.

El equilibrio, traducido en satisfacción, de haber dedicado tiempo a todo lo que es importante para ti. Un equilibrio que solo alcanzas cuando tu cuerpo y tu mente se encuentran bien y te permiten moverte hacia la dirección que deseas. Como decía Albert Einstein: “La vida es como montar en bicicleta: para conservar el equilibrio, debes mantenerte en movimiento”.

¿Y POR QUÉ TE CONTAMOS ESTO? Porque nuestra misión es ayudarte a encontrar parte de ese equilibrio, cuidando tu cuerpo, previniendo y si es necesario, reparando. Para que no pares, para que en tus días haya movimiento. Porque moverse es sinónimo de salud. Para que tu cuerpo sea tu motor, no tu freno, en la vida que deseas.